VIA CRUCIS 2024:
"En oración con Jesús en el camino de la cruz"
Papa Francisco
Cuarta Estación: Jesús encuentra a su madre
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús […] dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa (Jn 19,26-27).
Jesús, los tuyos te han abandonado; Judas te ha traicionado, Pedro te ha negado. Te has quedado solo con la cruz, pero ahí está tu madre. No hacen falta palabras, son suficientes sus ojos que saben mirar de frente al sufrimiento y asumirlo. Jesús, en la mirada de María, llena de lágrimas y de luz, encuentras el grato recuerdo de su ternura, de sus caricias, de sus brazos amorosos que siempre te han acogido y sostenido. La mirada de la propia madre es la mirada de la memoria, que nos cimienta en el bien. No podemos prescindir de una madre que nos dé a luz, pero tampoco de una madre que nos encarrile en el mundo. Tú lo sabes y desde la cruz nos entregas a tu propia madre. Aquí tienes a tu madre, dices al discípulo, a cada uno de nosotros. Después de la Eucaristía, nos das a María, tu último don antes de morir. Jesús, tu camino fue consolado por el recuerdo de su amor; también mi camino necesita cimentarse en la memoria del bien. Sin embargo, me doy cuenta de que mi oración es pobre en memoria: es rápida, apresurada; con una lista de necesidades para hoy y mañana. María, detén mi carrera, ayúdame a hacer memoria: a custodiar la gracia, a recordar el perdón y las maravillas de Dios, a reavivar el primer amor, a saborear de nuevo las maravillas de la providencia, a llorar de gratitud.
Oremos diciendo: Reaviva en mí, Señor, el recuerdo de tu amor
Cuando vuelven a aparecer las heridas del pasado
Reaviva en mí, Señor, el recuerdo de tu amor
Cuando pierdo el sentido y el rumbo de las cosas
Reaviva en mí, Señor, el recuerdo de tu amor
Cuando pierdo de vista los dones que he recibido
Reaviva en mí, Señor, el recuerdo de tu amor
Cuando pierdo de vista el don de mi propio ser
Reaviva en mí, Señor, el recuerdo de tu amor
Cuando me olvido de agradecerte
Reaviva en mí, Señor, el recuerdo de tu amor