Misa de Hoy - Domingo 10 de Marzo

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Procesión de entrada: Jerusalén

// Es tiempo de ponerse de pie pues tu luz
viene con la gloria del Señor. //
Levanta tu mirada y mira lejos,
que tu corazón se funda y se dilate,
he aquí tus hijos que vuelven hacia ti,
construyendo el nuevo amanecer.

Jerusalén, Jerusalén,
quítate el manto de tristeza,
Jerusalén, Jerusalén,
canta y baila para Dios.


Acto Penitencial

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.


Salmo Responsorial 

Que no me olvide de ti, ciudad de Dios


Presentación de Dones: Juntos nos acercamos

Juntos nos acercamos a esta mesa para ofrecer,
todo lo que tenemos es para ti.
Es nuestra vida, nuestra esperanza,
nuestro dolor y amor,
deja que nuestras manos lleguen a ti.

El pan que es tierra, fruto y trabajo, tu cuerpo ya será
Dánoslo y nuestra vida renacerá.
El vino convertido en tu sangre dánoslo a beber
Y se hará fecundo nuestro dolor.

Como el pan y el vino, que se transforman en este altar
Transforma nuestra vida y nuestro hogar.


Santo 

Santo, Santo, Santo el Señor
A él poder; el honor y la gloria.

Hosanna, Hosanna, Hosanna, oh Señor (bis)

Bendito el que viene en el nombre del Señor
Con todos los santos cantamos para ti.

Hosanna, Hosanna, Hosanna, oh Señor (bis)


Padre Nuestro 

Padre Nuestro, tú que estás
en los que aman la verdad,
haz que el Reino que das tú, Señor, 
llegue pronto a nuestro corazón, 
que el amor que Tu Hijo nos dejó, 
ese amor, esté ya con nosotros.

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, 
Santificado sea tu nombre, 
Venga a Nosotros tu Reino, 
Hágase tu voluntad aquí en la Tierra como en el Cielo. 
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas 
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. 
no nos dejes caer en la tentación. 
Y líbranos del mal. 

En el pan de la unidad,
Cristo danos Tú la paz,
y olvídate de nuestro mal
si olvidamos el de los demás.
No permitas que caigamos en tentación
¡Oh, Señor! Ten piedad de nosotros,
ten piedad del mundo.


Cordero de Dios

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, tú que quitas el pecado del mundo,
Danos la paz, Danos la paz.


COMUNIÓN

Enséñanos Dios

// Enséñanos Dios a escuchar tu voz
para poder caminar
enséñanos Dios a escuchar tu voz
para poder seguir tu verdad. //

Inclina tu oído Señor
y escucha mi oración
que soy pobre y lleno de culpa,
soy un fiel que confía en ti.

Tu eres Dios, ten piedad de mí,
todo el día te suelo invocar
alegra el alma de tu siervo
Llevando mi alma hacia a ti.

Eres bueno y lleno de amor,
Señor tú, solo eres Dios,
rico en misericordia por siempre
con aquel que te sabe invocar.

Señor escucha mi clamor
atiende mi oración
da la fuerza y la gracia a tu siervo
da la fuerza de tu salvación. 


Hombres y Mujeres nuevas

Danos un corazón grande para amar
Danos un corazón fuerte para luchar.

Mujeres nuevas creadoras de la historia,
Constructoras de nueva humanidad,
Mujeres nuevas que viven la existencia,
Como riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos luchando en esperanza,
caminantes sedientos de verdad,
hombres nuevos sin frenos ni cadenas,
hombres libres que exigen libertad.

Mujeres nuevas amando sin fronteras,
por encima de razas y lugar,
hombres nuevos al lado de los pobres,
compartiendo con ellos techo y pan.


¿Quién nos separará?

¿Quién nos separará de su amor?
¿La tribulación, tal vez la espada?
Ni muerte o vida nos separará
Del amor de Cristo Señor.

¿Quién nos separará de su bondad?
¿La persecución, quizá el dolor?
Ningún poder nos separará
Del amor de Cristo Señor

¿Quién nos separará de su alegría?
¿Quién nos arrancará su perdón?
Nadie en el mundo nos separará
De la vida en Cristo Señor.


Procesión de Salida: María de la Alianza

Que silencio más delicado
amor del amor más escondido
eres mujer, puerta del cielo
tres colores adornan tu manto.

Bajan las cascadas de los árboles
que caen hasta el suelo y llegan al santuario.

Quieres dar la mano y yo pedir la tuya
no puedo estar sin ti, sin tu mirada
pura tu voz me llena el alma,
María de la Alianza, palabra hecha flor.

He cambiado todo mi canto
sólo para soñar tu brisa
y no soy más que polvo en el camino
aunque no es polvo de tu olvido.

Quiero ser un puente hacia el cielo
hecho de barro y fuego que nace del santuario.