Misa de Hoy - Domingo 26 de Noviembre

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Oración Inicial - Mes de María

¡Oh María!, durante el bello mes a ti consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.

Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Estas son las que tú esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.

Sí, los lirios que tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aun la sombra misma del mal.

La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.

¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y la mejor de las madres. Amén.


Celebremos

Vamos a cantar al Señor
Un canto nuevo, porque su amor
Es grande por nosotros
Acerquémonos a su mesa.

Unamos nuestras alabanzas
Den gracias al Padre que nos
regala a Jesús
Conocido por el Espíritu

/: Celebremos al Señor de la vida
Al Resucitado, Cristo el Señor :/

Gocemos de su presencia real
Jesús está con nosotros
Alegría, paz y amor
Para todos que Dios llamó.


Te presentamos la vida

Te presentamos la vida, Señor,
vida del pueblo, de fiesta y dolor,
campo y desierto, vida y silencio
te presentamos, Señor. (bis)

Te presentamos la vida, Señor,
el pan y el vino en tu mesa estarán,
pan compartido, vino de fiesta
tu Cuerpo y Sangre serán (bis)

Te presentamos la vida, Señor,
vida del pueblo, de fiesta y dolor,
campo y desierto, vida y silencio
te presentamos, Señor. (bis)

Te presentamos la vida, Señor,
el pan y el vino en tu mesa estarán,
pan compartido, vino de fiesta
tu cuerpo y sangre serán (bis)



Santo (Fones)

Santo, Santo, santo es el Señor
Dios del universo, Santo es el Señor.

El cielo y la tierra,
están llenos de tu Gloria
Hosanna en el cielo.

Bendito es el que viene
En el nombre del Señor
Hosanna en el cielo


Padre Nuestro

Padre Nuestro Tú que estás
En los que aman la verdad.
Haz que el Reino que das tú, Señor
Llegue pronto a nuestro corazón
El amor que Tu Hijo nos dejó
Ese amor esté ya con nosotros.

En el pan de la unidad
Cristo danos Tú la paz
Y olvídate de nuestro mal
Si olvidamos el de los demás
No permitas que caigamos en tentación
¡Oh, Señor! Ten piedad de nosotros
Ten piedad del mundo.


Cordero de Dios

Cordero, de Dios, que quitas
el pecado del mundo
Ten piedad, de nosotros
Ten piedad, de nosotros.(bis)

    Cordero, de Dios Que quitas
el pecado del mundo
Danos la paz, danos la paz,
danos, danos, danos la paz.
danos, danos, danos la paz.


Hombres y mujeres nuevas

Danos un corazón grande para amar
Danos un corazón fuerte para luchar.

Mujeres nuevas creadoras de la historia,
Constructoras de nueva humanidad,
Mujeres nuevas que viven la existencia,
Como riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos luchando en esperanza,
caminantes sedientos de verdad,
hombres nuevos sin frenos ni cadenas,
hombres libres que exigen libertad.

Mujeres nuevas amando sin fronteras,
por encima de razas y lugar,
hombres nuevos al lado de los pobres,
compartiendo con ellos techo y pan.


Salmo 91

Tú, que habitas al amparo del Altísimo
a la sombra del Todopoderoso.
Dile al Señor: "Mi amparo y mi refugio
en ti, mi Dios, yo pongo mi confianza"(bis)

Él te libra del lazo del cazador
que busca destruirte
Y te cubre con sus alas y será
su plumaje tu refugio.

No temerás los miedos de la noche,
ni la flecha disparada de día,
ni la peste que avanza en las tinieblas
ni la plaga que azota a pleno sol

No podrá la desgracia dominarte
ni la plaga acercarse a tu morada,
pues ha dado a sus ángeles la orden
de protegerte en todos tus caminos.

En sus manos te habrán de sostener
para que no tropiece tu pie en alguna piedra
andarás sobre víboras y leones
y pisarás cachorros y dragones.

Pues a mí se acogió, lo libraré,
lo cuidaré, pues mi nombre conoció;
me llamará, yo le responderé
y estaré con él en la desgracia.

Lo salvaré y lo enalteceré,
lo saciaré de días numerosos
y haré que siempre pueda ver
mi salvación, mi salvación.


Sólo a ti pertenecemos

Sólo a ti, sólo a ti, Amor, sólo a ti te pertenecemos
Sólo a ti, sólo a ti, Señor, sólo a ti te pertenecemos.

A ti pertenecemos, oh Rey, a ti nos ofrecemos.
Tu corazón amante nos llama así constante
y en tu dulce morada, no queremos más nada.

Sólo a ti, sólo a ti, Amor, sólo a ti te pertenecemos
Sólo a ti, sólo a ti, Señor, sólo a ti te pertenecemos.

Nuestro divino amante visítanos constante,
nuestro corazón ansía, llevarte cada día
y por siempre amarte.

Sólo a ti, sólo a ti, Amor, sólo a ti te pertenecemos
Sólo a ti, sólo a ti, Señor, sólo a ti te pertenecemos.


El Reino de la vida

Hemos celebrado ya la cena,
Hemos compartido la esperanza.
Vamos a la vida en la confianza,
Que el amor redime nuestras penas.

Vamos a anunciar esta alegría
Que Jesús sanó nuestras heridas
Vamos a entregar el pan a todos,
Vamos, trabajemos codo a codo
Que ha llegado el Reino de la vida.

Cristo con nosotros cada día
Juntos en trabajos y descanso
Surge de esta mesa y este canto
libre nuestra suerte compartida.

Esta acción de gracias se reparte
Con nosotros a todos los hombres
Nos convoca en favor de los pobres:
Alimenta a los que sufren hambre.


Oración Final - Mes de María

¡Oh María, Madre de Jesús, nuestro Salvador y nuestra buena madre! Nosotros venimos a ofrecerte, con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de serte agradables y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.

Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo, que en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error. Que vuelvan hacia Él, y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará Su corazón y el tuyo. Que convierta a los enemigos de su Iglesia y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad; que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y de esperanzas para el porvenir. Amén.